lunes, 26 de abril de 2010

El idioma de las mujeres

Cerca al poblado chino de Shanjianxu, en la región meridional del Hunan, existe un templo de la Montaña Florida dedicado a dos hermanas muertas hace más de mil años. Durante muchos siglos las campesinas adoran sus espíritus llevando al templo rollos de papel de arroz llenos de secretos deseos, en muchos casos la intención de suicidarse. Ningún varón ha llegado a leer estas plegarias, porque ninguno puede entender esa escritura. No están formuladas en chino sino en Nushu quizás el único idioma en el mundo inventado por mujeres para comunicarse exclusivamente entre ellas. Una leyenda dice que el Nushu tiene dos mil quinientos años y que proviene de los escritos que los oráculos hacían sobre los huesos; otro mito cuenta que una mujer prometida como esposa al emperador y prisionera de la corte imperial, inventó esta escritura secreta para comunicarse con sus amigas.
Fue declarada ilegal por el Partido Comunista en los años 50, la “lengua de las mujeres” fue redescubierta y estudiada por las lingüistas chinas Zhao Liming y Gong Zhebing, además de las especialistas japonesas Toshiyuki Obata y Orie Endo. La rareza lingüística es también una ventana sobre la condición femenina en Asia. Como explica la profesora Zhao, “la razón principal de la existencia de esta lengua se da porque las mujeres vivían en un analfabetismo forzado, no podían ir a la escuela y nadie les enseñaba el hanzi, la escritura china”. La otra razón es atribuida a la práctica de matrimonios combinados, por los cuales la nupcias asumían los rasgos de un trágico rito de pasaje en la vida de las mujeres: despojadas de sus madres, hermanas y amigas de infancia, terminaban bajo la autoridad de la familia del varón, a menudo en condiciones de esclavitud y vejación por parte de las suegras. Pero las mujeres de la provincia de Jiang Jong, encontraron en el Hunan un consuelo. Ignorando el idioma de los hombres, inventaron una escritura original para transmitir las canciones de la nostalgia, para confesar a las amigas los pensamientos más íntimos, el sufrimiento. Se ayudaron de una forma muy especial de solidaridad femenina: en aquella región existía la antigua sostumbre del jiebai zimei, el “juramento entre hermanas” que desde la adolescencia creaba un legamen mucho más fuerte que el de sangre (algunos estudiosos occidentales sostienen la hipótesis de afectos lésbicos, que Zhao Liming rechaza categóricamente, pero subrayamos que hasta ahora la homosexualidad en China es un tabú).
“Cuando daban a una mujer por esposa” cuenta Orie Endo “la madre, las hermanas y las amigas juradas componían cantos donde manifestaban el dolor de la separación inminente. Una vez que se iba al pueblo del marido, la mujer no volvía a escuchar sus voces. Es así que nació una forma de escritura para mantener el legamen vivo, ya que no podía ser el chino porque el hanzi era enseñado sólo a los hombres. A la joven esposa, las parientes y amigas regalaban un san chao shu, el libro del corazón en el cual escribían sus augurios de felicidad; muchas páginas eran dejadas en blanco para que la chica pudiera escribir sus propios pensamientos y sufrimiento”. Fue así que fue creado en la noche de los tiempos el alfabeto Nushu con 1500 caracteres que traducen en sílabas los sonidos del dialecto local. Son caracteres corridos y agraciados, más simples en relación a los ideogramas mandarines que al inicio representaban conceptos. A pesar de su simpleza, durante siglos quedaron icomprensibles e impenetrables a los ojos del varón. Composiciones escritas en este alfabeto fueron encontradas en bordados ornamentales de vendajes y vestidos típicos de la zona. Otra característica peculiar del Nushu es que se exprime casi exclusivamente en versos, debido a su originaria forma oral, a los cantos que las mujeres repetían durante las largas jornadas que pasaban juntas hilando, cosiendo vestidos, confeccionando zapatos.
Los versos escritos para las amigas lejanas contienen el testimonio de una condición femenina sin esperanza. “Mis cuñadas me desprecian / Solo tengo un poco de cereal para comer / Con agua para hacerme una sopita / Me obligan a efectuar todo el trabajo doméstico / Pero mi estómago está vacío”. “Mi marido apuesta / Se olvida de mí por irse a jugar / Tengo suficiente para sufrir / Cuando me pega y no puedo escapar / He intentado ahorcarme / Pero los tíos me regresaron a la vida”.
En los diarios descifrados es muy frecuente el sentimiento de automisericordia y fuerte desprecio hacia una misma. Mayormente se utiliza la tercera persona: “Esta mujer con un despreciable destino, un ser inútil, nacida por la parte equivocada”. Nacer mujer es la condena de un karma negativo vivido en la existencia precedente.

En el templo de las dos hermanas, el Templo Florido cerca a Shanjangxu, en medio al fuerte olor de incienso, una campesina ha escrito este canto sobre un rollo de papel de arroz:
Hermanas difuntas, escuchen mi plegaria
Esta pobre muchacha les escribe en el Idioma de las Mujeres
Almas hermanas tengan piedad de mí.
Quisiera seguirlas a donde vayan
Sólo si me aceptan
Quiero seguirles hasta los manantiales amarillos del más allá
De este mundo ya no me atrae nada
Les suplico, conviértanme en hombre
No quiero seguir teniendo nombre de mujer.
El Nushu comenzó a ser descubierto y estudiado en los años 50, pero fue casi inmediatamente prohibido por el Partido Comunista, tal vez porque su existencia desmentía las versiones oficiales sobre la emancipación de las mujeres chinas. He Yanxin, una de las últimas autoras en usar la lengua de las mujeres, nacida en 1940, en su autobiografía (diez páginas repletas de 2828 carácteres del cuaderno escolar de su hijo) describe el sufrimiento de un matrimonio impuesto por la familia, una costumbre en teoría suprimida en la China socialista de Mao. Hasta ahora los demógrafos miden el peso de los prejuicios sexistas y el retraso de la condición femenina en China con el triste fenómeno estadístico de las llamadas “niñas desaparecidas”, entre 1980 y el año 2000 debieron nacer 13 millones de niñas más de las que realmente nacieron . El prejuicio contra las mujeres se acentúa en ciudades grandes como Pekín o Shangai, pero todavía tiene las raíces en poblados como Shanjianxu, a pesar que la política de control de la natalidad fuera reducida a favor de los propios campesinos.

Ahora “la lengua de las mujeres” no está prohibida. En Shangjianxu y en las aldeas vecinas, por ejemplo en Pumei, se está intentando transformar el Nushu en una atracción turística y se va enseñando en las escuelas. Pero a pesar de todo, Orie Endo teme su extinción. Aparte de las lingüistas, las mujeres que están en grado de leer, escribir y hablar el Hunan, solamente quedaron dos: He Yanxin y He Jinhua, de 65 años. La única lengua femenina del mundo parece destinada a ser relegada dentro de un museo.

 
RAMPINI, Federico: Il secolo cinese: Storie di uomini, città e denaro della fabbrica del mondo. Mondadori. Milano 2009 
El siglo chino: Historias de hombres, ciudades y dinero de la fabrica del mundo.

(Traducción del italiano Jimmy V) 
La China es como Juliaca, Hollywood...

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