lunes, 20 de septiembre de 2010

Entrevista al profe Silvano Zucal. Ronzone 2008 antes de la primera bienal de filosofía

Lo que la filosofía no dice

En su parábola histórica ¿la filosofía atravesó y exploró realmente todo?

Parece que sí. No hay un área de lo ‘real’, ni tampoco de lo ‘irreal’ sobre la cual no se haya pronunciado,

buscando extender la propia mirada y al mismo tiempo abrir los ojos al ser humano.

¿Qué cosa queda por decir?

¿Queda algo que la filosofía no haya dicho?

El título es intrigante, la paradoja es que se realizará en dos jornadas de palabras, por lo cual el trauma implícito en el título será resuelto hablando. Algo se logrará decir filosóficamente. Queda preguntarse si lo que la filosofía ‘no dice’, no lo dice porque ‘no puede’ (viene en mente el silencio de Wittgenstein sobre las cuestiones más serias de la vida), o no lo dice porque tocaría terrenos que no le son propios, como la fe o la ciencia.

¿El pensamiento filosófico de estos siglos tiene algo inexplorado?

Diría que sí, que hay un obvio y permanente campo inexplorado en filosofía, porque el re-preguntarse, el re-hacer preguntas es natural y sobre todo los nuevos desafíos a los que el pensamiento humano se somete a lo largo del tiempo.

Por ejemplo…

…la muerte, una pregunta filosófica por excelencia, que no se agota nunca; pero que la responde de manera diferente Platón o Landberg en el S. XX.

En la bienal hablará del ‘rostro’, nuestro ‘rostro’ que no podemos ver ¿Somos realmente extraños a nosotros mismos?

Esta es una típica paradoja filosófica. La filosofía puede decir mucho, y ha dicho tanto sobre el rostro, pero sobre el ‘propio rostro’ el filósofo no puede decir nada: porque lo perciben primero los otros. No puedo verme, no puedo decirme. Si lo hago al espejo, veo mi rostro. Pero la verdadera luz de mi proprio rostro la ve solamente otro.

¿Entonces, la filosofía sólo puede balbucear una respuesta acerca del hombre?

Sobre quienes somos y sobre nuestra identidad profunda, el problema no se resuelve nunca, y representa hasta ahora ‘lo no dicho’ o por lo menos lo ‘no decible’ en un cierto modo: esta es la típica complejidad de la filosofía.

Entonces… podemos hablar de todo menos de nosotros mismos

No exactamente, podemos hacerlo pero sólo de manera indirecta, por ejemplo hablando de la muerte, siempre hablaré de la muerte de otro, no podré filosofar nunca -en vida- de mi propia muerte (menos del momento de la muerte porque no estaré o estaré ya en otra parte) puedo hacerlo sólo en relación a la muerte de otros.

Un filósofo como usted es enemigo del psicoanálisis

Cierto, por lo menos de la presunción y afirmación de ‘uno mismo’. Existe una posición asimétrica: cuando voy al psicoanalista todo lo que surge es un falso ‘diálogo’. En síntesis uno cree llevarse hacia un 'otro' dialogando, pero con un código prescrito a manera de ‘ciencia’ que es una verdadera presunción.

¿Entonces la introspección y la investigación filosófica tienen el mismo sentido?

Sí, con tal que no sea un acto solipsístico (del latin "solamente yo existo"). Debe ser un comportamiento dialógico. Pero para que el acto de ‘sacar a la luz’ tenga sentido, se hace emerger la naturaleza profunda del ser humano que es visceral.

Y quién sería el filósofo más grande del siglo XX…

Una mujer: María Zambrano. Un gigante del 1900 por haber innovado el lenguaje y destapar el velo de la filosofía femenina. Dijo que la mujer ha sido la gran exclusa de la filosofía porque está dotada del ‘sentir’ de las vísceras, y no de una racionalidad abstracta, real y concreta. Llega hasta la filosofía por la razón poética y mística, con el lenguaje expresivo de las vísceras. Su manera de sentir es “sentir la vida”. Mientras que la filosofía siempre ha sido androcéntrica y el hombre fue privado de esta potencialidad, salvo unas pocas excepciones (para Zambrano los estoicos, San Agustín, Pascal, Séneca y Giobbe fueron hombres con un sentido visceral fuerte). Hablando de la búsqueda de uno mismo, la Zambrano dice que cuando ésta no emerge, es cuando aparece la patología.

Si solo unos pocos lo logran, ¿vivimos en un mundo enfermo?

No creo que hayan dudas sobre este punto, el problema es que muchos son enfermos sin ni siquiera saberlo. Persiguen patéticos espejismos de poder, van a vivir con la mente y el cuerpo en un centro comercial o viven y duermen en Internet o al celular del que no se despegan jamás. Víctimas del ronquido o rumor verbal oprimente.

¿La filosofía puede revestir de silencio las grandes cuestiones de la vida?

Pudo haberlo hecho, y en parte debería. Existe una virtud por exelencia que es el pudor filosófico y con esto regreso a la desvergüenza del psicolanálisis. Es necesario que la filosofía se pare, se detenga. María Zambrano usa con frecuencia la metáfora del bosque: en una pequeña zona luminosa (las partes claras del bosque), la luz sirve para iluminar el bosque. Detenerse no es un ‘decir nada’. En el detenerse hay un sentido sorprendente. Lo importante es no precipitarse hacia un resplandor que te deje ciego, deslumbrado… en ese caso no podremos ver ni decir nada.

¿Es la contemplación?

Es sólo análogo a la contemplación. Es el estupor filosófico. La filosofía nace del estupor, que es su escencia primigenia. Si no tengo el valor de quedarme no entro en contacto con este estupor y no tengo el motor filosófico para seguir en mi búsqueda.

¿Ahora cuáles son las voces que merecen atención?

La cuestión fundamental es la de la identidad ‘residual’ del ser humano cuando va más allá de todo lo que la ciencia puede decir. Nos queda entender más allá de la mente, del código del ADN. ¿Hay algún otro código o alguna omnipotencia descifrativa?

¿Está hablando de algo que vaya más allá de la metafísica?

No exactamente. Hablo de algo más que el ser humano en el ser humano. Por eso hablo de algo residual.

… que no es necesariamente divino…

La dimensión divina podría ser una consecuencia. Los antigüos la llamaban alma, yo prefiero definirla como un núcleo no aprehensible por la ciencia, en este tiempo que se pretende, presumidamente, explicarlo todo.

La filosofía primero lanza el problema del hombre. ¿Es una ciencia resolutiva?

No, gracias a Dios, solo puede ayudar un poco al hombre.

¿Una ciudad de filósofos es pura utopía?

Es un terror posible. Platón ya la había teorizado: sería la antesala de la dictadura. ¿Mejor por qué no una ciudad de campesinos?

¿Entonces Dios tiene la salvación de los filósofos?

El filósofo como consejero de los príncipes fracasa porque genera una ciudad ideológica. En cambio debe siempre mantener la consciencia crítica de la ciudad, debe ser crítico hasta de sus propios fracasos.

¿Por qué cree que el hombre se sienta atraído por la utopía, es un gusto por los límites o ganas de medirse con el límite?

Depende de qué cosa entendemos por utopía. Rosmini la ve como un “no lugar”que alimenta a la esperanza o “ilusión perfectística” que fundamentalmente sirve para no dejarse vencer del asedio del presente. De lo contrario se generan mostruos ideológicos, se pasa del Edén al Lager o al Gulag.

¿Qué cosa puede dar la filosofía al hombre moderno, cooperar al bien común o dar una visión?

Sí, sólo eso debe hacer, con humildad caso contrario aparecen los uniformes y slogan.

¿Se puede hacer economía con filosofía, finanzas con filosofía, justicia con filosofía?

No es un problema sencillo, sobre todo ético. La filosofía puede ayudar a estos mundos paralelos. A mi manera de verla debe mantener una función crítica y nunca ser utilizada para legitimizar.

En la bienal se comezará con el Elogio al Mentiroso ¿cuál cree que haya sido la peor mentira de la filosofía?

Todas las que vienen del mercado, donde se vende conscientemente una verdad artificial, fabricadas con un propósito. Una verdad instrumentalizada a la política genera ideología.

¿Las ideologías derrotadas por la historia eran todas mentiras?

Sí, cuando han forzado elementos dotados de verdad. Las ideologías nunca aceptan los claroscuros. Pero pueden haber desaparecido sin haber sido una mentira en su totalidad.

El concepto de milagro será uno de los temas a desarrollar ¿lo eligieron por el puro gusto de la paradoja?

¿Qué cosa es el milagro? El encuentro imprevisto y sin precedentes de un hombre y una mujer ¿es un milagro o un certero flujo neuronal?.

Hablar de milagro no es solamente paradójico, es un tentativo de reacostumbrarse a lo inaudito, que no se trata sólo de la Virgen de Lourdes, mas bien de lo cotidiano, de la belleza de un evento inesperado.

¿El hombre todavía es capaz de filosofar?

De seguro no lo hacen sólo los profesores o los filósofos de profesión. La filosofía nunca se ha ido y está regresando a la grande. Quien todavía tiene ganas de pensar tarde o temprano llegará a la filosofía.

También es una cuestión de palabras, además de lógica y terminología filosófica. ¿Cuáles son las fronteras de la filosofía: nuevas palabras o nuevas visiones?

Las dos van de la mano, las nuevas visiones necesitan nuevas palabras. ‘Nacimiento’ por ejemplo era una palabra borrada por la filosofía androcéntrica. Dos mujeres filósofos, Arendt y Zambrano la reportaron a la superficie y es entonces que surge una nueva visión de la vida.

Acerca de lo que no se puede hablar… debemos callar. Pero ahora estamos en un clamor constante: todos hablan de todo sin saber nada. ¿Regresará la misura de las cosas o se trata acaso de un proceso irreversibile?

Se necesita de herejes y monjes laicos para regresar a esta misura. La gran herejía es la vida que regresa a deleitarse del silencio. En la casa, en las montañas, cerca a un lago. Es una empresa difícil porque aún cuando se calla el clamor externo no quiere decir necesariamente que se calle también el interno. Es la vía estrecha para abandonar el mundo de las charlas, de lo cual hablaba Heidegger y reencontrar la palabra justa, dialógica, bella, fecunda, vital.

El escritor y periodista Antonio Gnoli hablará de la pobreza de la filosofía y de todo lo que el pensamiento no puede decir ¿Cuál sería la filosofía más rica, según usted?

Para estos tiempos, mencionaría a Zambrano. Su filosofía es rica porque es deliberadamente pobre, porque describe una dimensión diferente del Ser buscando iluminar embrionariamente al hombre, es la filosofía que entrevé y siente la necesidad del otro. La pobreza del filósofo debe permanecer en la indigencia del otro. También pienso en Ebner, Buber, Levinas.

¿Y la filosofía más pobre, más dañosa?

La que remeda a la ciencia pensando en actuar con argumentos similares. Pienso en algunos capítulos de la filosofía de la ciencia, mi visión es a favor de una filosofía existencial que tenga siempre un anclaje en el hombre y en su existencia concreta.

En Ronzone se hablará de la 'paciencia del cuerpo'; el hombre parece haberla perdido: modela, usa, fuerza su cuerpo ¿qué lo impulsa a plegar todas las cosas hacia sí mismo?

La revolución de la técnica. No soy apocalíptico pero la técnica nos da la prótesis, el celular, la computadora. Nos adecuamos a todo lo que la técnica desea. Nos vuelve transformables y adaptables, con-formados a la forma que nos viene impuesta: piensa en la anorexia.

Massimo Donà hablará del límite, ¿cree que el ser humano es todavía capaz de aceptar la palabra límite?

Es una palabra cancelada no solo en filosofía, y sobre todo en el ámbito científico. Si hay una palabra clave de la filosofía, es ser arrojados en el mundo, arrojados exactamente en el límite del nacimiento. La palabra límite es inquietante pero libre, porque delimita y sin un límite no hay identidad. Sin la muerte –por ejemplo- no habría libertad, porque cada decisión sería reversible y revisible. La muerte es el límite por excelencia, pero o no se habla o se habla en términos genéricos. El límite aparece sofocante. En algunas visiones religiosas se proyecta hacia una otra dimensión.

Lo inefable es Dios…

El hombre es más que un Dios, toda nuestra vida es intentar describir a Dios y al Hombre, pero talvez es el mismo camino, la vía es la misma; pero esto no lo puede decir el filósofo sino el teólogo. La filosofía no puede definir a Dios, es más, debe ser antiteológica. La teología tiene la finalidad de definir a Dios, que en cambio es (y debe permanecer) inefable o darse en la relación con el otro, con el tú. El cristianismo con Cristo, el Dios-hombre, quiso ser el tú de cada hombre.

Si no se puede hablar de Dios, ¿Cuál es la mejor definición del hombre según la filosofía?

El hombre es un animal en busca del sentido. Jamás apagado.


Fotos: Cimitero di Santa Lucia, inverno 2009


Entrevista hecha por Corona Perer.

Traducida del italiano por el Innombrable Philosuphum Coorporation Export.

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